TRANSVERSALIDAD EN LA E.R.E.

¿Cómo definiría el proceso de transversalidad en el ámbito educativo?

Ante todo la transversalidad en el ámbito educativo es un reto en el siglo XXI, donde la educación está en todos los ambientes de nuestra vida diaria.

Cuando hablamos de la transversalidad nos referimos a la humanización, a la construcción de la paz, a la protección de la naturaleza (ecología), en últimas a la formación integral de los estudiantes.

En una institución educativa el proceso de transversalidad en el ámbito educativo está en todo: desde el P.E.I., hasta los mínimos proyectos curriculares educativos. Tal vez el más concreto es el plan de clase, porque tiene pasos concretos desde los objetivos, el contenido, los procedimientos didácticos (recursos-métodos) e incluso la evaluación y la conclusión. Realmente, si uno se pone a comprender y estudiar un plan de clase, es un reto muy grande para la formación integral de los estudiantes y para uno mismo.

En la práctica pedagógico-pastoral que estoy realizando ¿es visible dentro del contexto situacional del colegio una transversalidad de la ERE?

En mi práctica pedagógico-pastoral he podido percibir dentro del contexto situacional del Colegio Salesiano León XIII, la transversalidad en un ideal de buscar desde la educación: “BUENOS CRISTIANOS Y HONESTOS CIUDADANOS”. Por lo tanto, todo el hacer educativo tiene como referencia a esta forma de educar, porque nos mueve a alcanzar los objetivos a través de diferentes ambientes educativos. Desde los estudiantes, se quiere despertar un pensamiento más activo. Desde los docentes formar en la responsabilidad personal, la autoformación, etc. Y desde los padres de familia integrar todos los procesos educativos para el bien de sus hijos.

¿Por qué es importante la evaluación dentro del desarrollo del proceso pedagógico y educativo?

La evaluación es importante para saber si el objetivo se ha cumplido. De por si la evaluación nos ayuda a mejorar la educación en todo el sentido de la palabra.

La evaluación del desarrollo del proceso pedagógico y educativo se refiere prácticamente a todos quienes conforman la institución educativa, los estudiantes, los profesores, la infraestructura, los programas curriculares, etc.

En últimas, la evaluación nos confronta con la calidad de la educación. Es decir, con la evaluación queremos responder a la pregunta: ¿Qué tipo hombre (varón-mujer) estamos formando?

Hoy en día, no se puede pensar quién tiene más información, sino quien sabe utilizar la información. En nuestros ambientes educativos la tecnología está más vigente que nunca. Los niños apenas abren los ojos, ya están interactuando con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) o las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC).

Cuando hablamos del Paradigma de la Virtualidad en Educación, necesariamente tenemos que referirnos al cambio del paradigma de la educación. La educación en su enseñanza y aprendizaje a cambiado mucho. El Magister Dixit, se acabó. Hoy por hoy, se busca interactuar desde diferentes formas la enseñanza y el aprendizaje.

  

Desde mi práctica docente que estoy haciendo, estoy convecido de que las TIC ayudan mucho en la humanización. La educación virtual como un nuevo paradigma, no está mal. Porque siempre hay formas de controlar los aprendizajes y las enseñanzas. Además, que la educación virtual se adecua a la necesidades de tiempo y espacio de los estudiantes. La educación presencial nunca desaparecerá mientras exista el hombre. Porque la educación siempre se da en diferentes ámbitos de nuestra vida y no solamente dentro de las 4 paredes que se llama escuela, colegio o universidad.

Hoy en día la educación no necesariamente tiene que estar dentro de 4 paredes. Hace dos décadas atrás, la educación virtual casi que no se podía concebir. Por ahora, está más vigente que nunca.

En la fotografía (arriba) podemos observar los componentes básicos de un sistema de educación virtual. Hoy por hoy, la enseñanza y aprendizaje pasa por los TICs. Me acuerdo cuando hice mi diplomado sobre los TICs, muchos profesores pensaban y veían como algo inconcebible este tipo de educación. Algunos se lamentaban que iban a desaparecer los profesores. Pero a la hora de la verdad, los profesores seguirán existiendo, pero será necesario la actualización en cuanto las metodologías de enseñanza y el manejo de los NTICs.

Estando ya en el siglo XXI, no sólo basta con leer y escribir. Desde nuestra área de ERE, hay mucho que aportar en este sentido. Bendito sea Dios, que por los TICs. Hoy en día se está dando pasos grandes en cuanto la enseñanza de la fe, los valores del Evangelio, etc. a través de los TICs.

Para los profesores de ERE, pienso que es necesario la actualización en el manejo de los NTICs, al mismo tiempo es un desafío para llegar a enseñar en la formación integral de los estudiantes.

 

¿Cuál es el significado y sentido de la autoridad pedagógica en perspectiva de un docente de ERE?

Para mí la autoridad es sinónimo de poder. El poder que tengo en el salón de la clase  de ERE es una responsabilidad muy grande. Porque implica para mi el acompañaminto y liderazgo como educador.

En el momento de enseñar los estudiantes pueden tomar dos opciones: La primera es dejar su confianza para hacerse acompañar y guiar. La segunda opción es cerrarse y no dejarse acompañar sino ir en contra.

En este sentido, yo como docente tengo que ser amplio, tratar de comprender y escuchar a todos.

El sentido profundo de la autoridad es el fruto de la cercanía entre docente y los estudiantes (ida y vuelta).

Desde la pedagogía Salesiana, el educador antes de ser temido debe ser amable. Ciertamente los estudiantes son capaces de percibir de que se les quiere.

Yo en mis prácticas de docente, en estos días he tratado de poner en práctica ser paciente, amable, creer en lo que hago y creer en lo que ellos aprenden de mí.

Como docente de ERE trato de hacer vida la parábola del pastor bueno. En todo lo que he podido enseñar hasta este momento, ha sido recuperar la centralidad de Dios en nuestra vida, además que estoy en un Colegio confesante.

Cada vez pienso que hay que convertirse primero, para convertir en la fe. O como el P. E. Viganó decía: "Ni optimista ni pesimistas frente a la crisis del vacío de Dios, sino creyentes".